
Cuando tenias que estaarr, te echaste a correer. Lo que hiciste en mi, no tiene perdón!
No pienses que sabes todas mis historias de amor por que cuando de por medio hay ilusión, te confieso que lo más barato es un beso, y no hay peajes para ir de viaje, con valijas rotas pero siempre con botas y copas y ratos y buenos y malos tratos. Y besos y rezos y llamadas un poco incendiadas y noches de vela en un campo oscuro haciendo fuerzas para no morir de llanto y amor ahogada. Porque cuando hace frío, y uno lejos de casa está, tenes que cruzar los dedos para no pedir a la muerte, y que más bien haya suerte. Y nunca decir "quiero cianuro" porque como muy duro tenes a un plato, que te parrte la cabeza y ahí encontras la excusa. Para dejarte vencer, y mirar sin ver, y oír sin escuchar y perder la mirada en la maldita nada mientras la vida alrededor sigue. La gente te sigue buscando. Ellas te siguen llamando y él sigue yiraando (no sé si es un murmullo o está adentro tuyo)- y vos, idiota, seguís tropezando. Pero hay que seguir adelante, sonreir y capaz vivir. A cambiarse la ropa, a ponerse el disfraz que esta noche la salida va a ser fenomenal. Colores (ellas) van, colores (ellas) vienen. Nunca puede ser peor la suerte. Parece que la maldición es la única opción de hoy. Y terminamos donde el diablo ni usó el poncho, y ella sí que perdió la paciencia. Terminaron donde ni el futuro ni el destino van a tener una pizca de piedad. Porque toda esa piedad la tenés vos, y no la agarrás ni la soltás. Es fácil arruinar las cosas en un segundo. Un chiste triste que nunca fue chiste, que ojala hubiese sido (al menos un poquitito) menos triste, adelantaba hoy que la historia a su fin llegó. Como siempre, dará lugar a la imaginación, pero esta vez no entra en el show (porque no hay espectador que lo quiera ver). (...) Hoy se tomaron feriado los empujones para allá y vos te quedaste en este acá. Y la felicidad, como vos y CON vos, se fue de viaje. Y a varios kilómetros esta el perdón. A varios kilómetros, pero bueno, como todo, llega. Hoy no cambias vos, ni yo, ni ninguno de los dos. Hoy, el "ayer" es tan lejano, un poco más que milochodiez, que la revolución que hubo, pero si tan sólo el recuerdo se acordara que el ayer no fue tan ayer sino.. Que el recuerdo se olvide, nada más. Que a vos te deje olvidar lo que sucedió y ni siquiera sabes todavía si paso. Hoy somos los mismos dos de siempre, con los mismos kilómetros que nos separan, pero paradójicamente invertidos, vos no estas donde tenés que estar, yo no estoy donde debería estar. Fue tu decisión: que nada mejore, simplemente que se degraden las piezas de un rompecabezas que ni siquiera fue armado. (Y es que yo no entendía tus reglas, por eso no sabía jugar, ¿por eso perdí?), y tampoco nadie tenía la intención de armar. Porque pensar que posees a alguien no es tenerlo. Es equivocarse para lastimarse.
Y el empate si existió, pero ayerr. Y hoy, perdes. Otra vez perdes porque el equipo traidor no cambia. Porque el reglamento no ayuda. Y la hinchada? no existe. No tenés aguante. Y sin aguante, sin un buen equipo no hay posibilidad de ganar. Entonces dedicate a resignar. No cambias más.
Y no me llames más. Dormí nena, dormí, descansa que mañana te vass.
Te tira atrás, te pide más y más.
Ya no sirve vivir para sufrir. Te das cuenta?
PARA mí, porque: bien, eh.
para ayer, que se reinvindicó la fecha. otra persona que jamás se va a olvidarr de esos tres (f*ing) números.