“Todo bien con el diablo, solo somos amigos, es q anduve negociando algo con el. Y como del intercambio salí vivo me las voy a festejar hasta que me alcance la ley. A la mierda lo q piensen de nosotros, a la mierda lo q digan los demás.
¿Que queresa q haga? ¿Decime q querés q haga?"
ANGE OU DEMON
Las dudas son la mejor manera de mejorar.
Aaaaay, "¿ya suena el despertador? ¿hace cuanto que duermo? ya es hora? ya?" rintin tin rin tin ton, ese maldito despertador estaba sonando, esa maldita cosa q alguien invento con esa maldita canción q antes tanto le gustaba, pero desde que decidió ponerla para despertarse, las cosas habían cambiado. Fue seria esa decisión, como tantas otras, seria y un poco equivocada. Sonaba y sonaba. Y seguía sonando. Ella estaba despierta, hacia fuerza con la mente para levantar su cuerpo, pero notaba q no bastaba con hacer fuerza. El cuerpo se levanta con voluntad. Si tan solo... tendría un poco, al menos un poco. Pero las fuerzas se acabaron, y la voluntad, esta de viaje, supuso. Por que tampoco venia. Por dios, q difícil levantarse, que difícil sentir el peso del mundo entero sobre tu cuerpo y no poder, o echarle la culpa a eso, para que la conciencia se aliviane. Ella quería pero no podía, simplemente el cuerpo no le respondía, no... Se movía. Su cabeza tampoco se preocupaba demasiado, porque no hacia mucho para tratar de levantarse, pero era como molesto que algo suyo no le responda. No le dolía nada, o al menos nada nuevo. Porque había algo que si le dolía, y eso era hacia tanto ya, y sucede con las costumbres q una constante ya se deja de contar, entonces algo le dolía, lo mismo de siempre, y no le dolía nada. Y al costado, pero no a sus pies, sino que mas cercanos a su cabeza, sentados al lado de cada uno de sus hombros, su diablo y su ángel, los q siempre le susurraban al oído en todos momentos, los q día a día se ponían como meta ganarle al contrincante, se ponían como meta q ella haga mi voluntad, no la del otro q no entiende nada de la vida, ni de la muerte. ¿Pero hoy se miraban asombrados, la hora pasaba y ella seguía ahí? llegaría tarde, esta bien que era temprano, ellos lo entendían, pero hoy, justo hoy... ¿acaso no vio el cielo? el día hermoso q va a ser. Hoy se miraban como ansiosos por ella, no por el odio q se tenían.
Y si el tiempo seguía pasando, no les quedaba otra que... levantarla juntos, q hacer trabajo en equipo, por mas q cada uno lo lamente, incluyendo a ese cuerpo casi inútil que no avanzaba ni retrocedía. Un minuto más allí inmóvil, y ellos se encargarían. Un minuto, dos, tres. A los cinco, ya tuvieron q hacerse cargo de la situación. La vistieron, (no me pregunten como, todavía lo recuerdo y no lo puedo creer, de lo q un diablo y un ángel son capaz). Y su cuerpo seguía sin voluntad alguna, entonces entre los dos, la obligaron a comenzar, la levantaron con mucho cuidado, uno de cada hombro y así como así la sacaron a la calle, siempre cargándola uno a cada lado. Como pesaba, que pesar llevaba en si este cuerpo. Pero se la bancaron, y la pusieron a caminar. ¡Quien dice caminar dice arrastrarla! Elle tenia los ojos abiertos, sabia lo que estaba pasando, supuso que su diablo y su ángel la llevaban a comenzar su día, su vida. Ese diablo y ángel que nunca había visto en su puta vida, pero q los sentía a cada paso, y hasta le crispaban los nervios a veces. Bastaba con escuchar todo lo q los seres humanos le decían, como para tener q andar escuchando también a ellos dos, su conciencia y su deseo, el bien contra el mal, el cielo merecido contra el infierno ganado, q tan bien le asentaba a veces, q tanto quería conocer pero en el cielo… en el cielo se vuela, en el cielo hay luz, paz. No fuego. Ella aborrecía el calor, el cielo era fresco suponía. “Por lo menos hoy les di otro trabajo” pensó” supongo que cargándome, se cansaran mas y no hablaran en todo el día” no se equivoco. Decir no decían nada, casi q transpiraban a chorros los dos, pero pensar… nunca nadie deja de pensar en algún momento de su vida, la mente esta activa al cien por cien todo el tiempo, incluso para un angelito y un demonio eterno. Los dos por su parte, pensando malditamente lo mismo. Por primera vez lo mismo: “que fácil va a ser hoy para mi marcar su camino si el que la carga soy yo”. No hay soledad q aguante el envión. Esta claro que las intenciones no eran las mismas. Como pesa el cuerpo cuando el alma esta dormida. Como pesa el cuerpo cuando... no hay voluntad, cuando es inútil actuar. Cuando estas en manos o a la deriva de otro.
Seguían cada uno en estos pensamientos, en sus pensamientos de dominación hasta que algo sintieron. La atravesó un suave vendaval, un recuerdo se le inserto en la cabeza. Un perfume, un perfume inolvidable, y el diablo se contentó. Por q ese era su trabajo, ese perfume lo involucraba, lo ayudaba a ganar la batalla... una q quien sabe si se estaba acercando, si estaba regresando. Bueno, la cosa es q si. El se le pianto adelante. El diablo y el ángel no pudieron hacer nada. Tuvieron q frenar. Ella en puntas de pie, arrastrando sus dedos gordos del pie y mirándolo. Hacía cuánto no se lo cruzaba, no lo veía. Tan iguales como siempre y tan distintos por q tanto tiempo había pasado. Sin decir una palabra. El sonreía, tal vez esta vez era mucho más fácil, ella estaba como siempre: dura, hasta le causaba verla, era gracioso, entonces sonrío. Un gesto, un dejo de sonrisa. Esa sonrisa con la q ella aceptaba acatar la voluntad del diablo. Ah! ¿Tenia un ángel yo? Pero q ángel débil me toco... tendrá q trabajaar mas duro el pobre.
A veces ella se sentía muy amiga del diablo, muy confidente. El confidente. No sabia si eso era correcto o incorrecto pero simplemente sucedía. ¿Y por q seguía allí? Estancada. Decime algo... o desaparece, evapórate. En verdad no te quiero ver, por q aparte de hermosa, sabes q soy un cuchillo apuñalándome, ¿sabes? Si, lo sabes y mas que nadie. Y no estoy en una de mis mejores condiciones, como siempre q te encuentro. ¿Será por eso entonces que me aferro al diablo? El cuento es q te huelo, como siempre q te huelo, y si cierro los ojos... creo q me muero aca mismo. Ni hablar de si esa sonrisa se acerca a mí. Esa maldita, cretina sonrisa.
Y el ángel se dio por vencido, y la soltó. “que vuelva a caer”. Era una batalla de esas que para ganar se deben romper las reglas. El ángel la rompió. Sin saber si ganaría o no. Después de todo si perdía era una vez mas... no hace la diferencia. Aunque tal vez si. Era más bien una prueba. Era despertar al cuerpo o despertar al cuerpo. Era un matar o morir, mejor dicho, o q se muera. El diablo, obviamente no pudo con todo el peso. Como siempre, el diablo no puede con todo, por eso pide ayuda humana, pero esta vez esa ayuda le fallo. Si este cuerpo fallo desde el mismo momento en q no se quería levantar de la cama, no tenia voluntad. La cosa es q la tentación en pie se fue al carajo en el mismo momento en q el ángel la soltó. Ella cayó con todo. Cayó como quien dice con ganas. Y con todas las ganas. De milagro no se quebró un hueso. El ángel, volando, el diablo, al piso, el ángel veía, el diablo… trataba de acomodarse un poco. Y ella, mas bien su cuerpo, despertó. Pero ella quedo en el piso. Él, helado. Mirándola, serio, con cara de intrigado, sin entender nada en lo absoluto. ¡¿Que carajo pasa?! Y ella era la q ahora se reía, tentada. Por q los gestos volvieron a su cuerpo de repente. (Creo q no sufrió dolor, o no se lastimo su cuerpo por q la caída solo lo despertó)(Que suerte tuvo) ella volvió a vivir, como quien dice. Ella ahora tenía ánima, y era mas linda, más ella, más natural, más la que siempre fue, no algo inerte arrastrado por dos seres tan necesarios como innecesarios en la vida de un humano. El camino lo hace uno mismo. Los empujones los dan ellos, pues claro. Pero el q usa los pies es uno. Y ahí quedo. Ella en el piso, el mirándola. Esa situación arruinada por q ya basta, el pecado no causaba más. Todo tiene su fin, todo alguna vez nos aburre. La misma historia SIEMPRE nos aburre. El diablo pierde estrategia y deja de ganar. El ángel, calladito y volador, y superior, triunfa sereno y con poco trabajo. Hoy era el día q el final del cuento cambiaba. El día en q el poder y lo oscuro se resignaba y renegaba y se guardaba hasta la próxima. Por q hoy el sol brillaba. Y porque... si hay sol hay esperanzaa, por q un nuevo amanecer se acerca, y con el, un nuevo futuro, una nueva vida. Entonces la chica se levanto, muy decidida, se sacudió bien la falda. Lo saludo, se dio media vuelta y se fue. Lo dejo ahí, duro a el, casi flotando en un aire gris a el, casi sin voluntad alguna de moverse. “Q raro q esta hoy”, pero le dio gracia y se fue. Se sentía bien por q sus acompañantes diarios no estaban rondándola, por q no sentía señal alguna de ellos, por q se había librado, no sabia por cuanto pero se había librado, es como si estuviesen ocupados sosteniendo un cuerpo, un cuerpo del q ella se alejaba, un cuerpo q tantas veces la había tentado con tantas cosas y hoy ya no. Como si... “basta de pensar en el, ya pensaste demasiado”. Hasta el próximo pecado.