Miedo a la hoja en blanco

El miedo a la hoja en blanco no es mas que un miedo pasajero antes de escribir algo que puede o no, ser algo bueno. Esta impotencia de ser vencido por un color en una hoja de papel o en su defecto una imagen en la computadora puede ser vencida de varias maneras, tanto destruir de ese papel/imagen, como escribirlo, no escribirlo con un marcador y tachar el papel sino escribir lo que a uno se le ocurre y así lograr escribir aunque sea algo como esto.
E incluso algo como esto, tan sencillo y corto se fue llenando de primeros pensamientos alrededor del mismo miedo estúpido de creer que no iba a aparecer algo para finalmente plasmar en este papel que antes estaba en blanco y ahora cada vez mas me incita de una manera, tal vez, sensual, a escribirlo y llenarlo de sensaciones, de pensamientos, de historias que luego podrán deleitarme o deleitarte en un futuro, o ahora mismo mientras lo lees.
Raramente, y digo raramente porque no siempre es así, los escritos logran transportarte o centrarte en algo como otras cosas no y moverte de una realidad tangible, a una no menos tangible pero con otras propiedades físicas, así como los sueños, así como los deseos, así como dicen que puede el amor pero no me arriesgaría a hablar sobre lo que no se demasiado en un tema tan delicado como ese.
Y así de a poco, letra por letra, gota de tinta por gota aunque ya no exista la textura de una hoja siendo rozada por el frio metal de una pluma de tinta, o una lapicera, aunque sea un bolígrafo, se va formando un texto que llena el vacío que genera eso de lo que estábamos hablando.